La villa presenta casas de adobe, ladrillo y piedra,
apreciándose varias casonas de porte monumental con escudos de piedra en las fachadas de los siglos XVI y XVII.
Se contemplan las ruinas de varios palomares de barro, de los nueve que inicialmente se construyeron a finales del siglo XIX y principios de XX, todos eran rectangulares menos uno circular.
Se conserva un Chozo de pastor, construcción pastoril típica del valle del Hornija, vestigio sin duda de la arquitectura tradicional.